Madrid, era una gran ciudad donde
vivían muchísimas personas, y donde había muchísimos coches. Si por algo era
conocida esta ciudad en el resto de España, era por los gigantescos
atascos que se formaban en la ciudad.
La verdad que circular
en coche o en moto por Madrid era un auténtico caos…
Precisamente por eso, y porque había muchos conductores impacientes al volante,
era inevitable que se produjeran pequeños accidentes, y golpes entre coches.
Pero ahí estaba ella, la Ambulancia
buena, ella era la
encargada de ir a ayudar a todo el mundo que había sufrido un accidente o se
encontraba mal. La Ambulancia Ni No Ni No, recibía un aviso de su amigo el
pájaro veloz, que veía todo lo que sucedía en la ciudad, y sin perder ningún
segundo, nuestra amiga la ambulancia encendía su sirena y sus luces, para que
la dejaran pasar, y salía corriendo para llegar allí donde la
necesitaban.
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